martes, 21 de febrero de 2012

Donde dije digo, digo diego

Que el valiente ha sido valiente hasta que el cobarde ha querido, que la gente que se envidian son despojos, que hacen caer al más fuerte, que se sienta indiferente con el mundo y con lo ajeno. Que la fe mueve montañas y el interés mueve a los hombres. ¿Rencor? yo no guardo rencor, solamente me dedico a tener en el olvido. Escúchame, no soy la Dulcinea de los amores; y te voy a dar  razones para  que no te creas Don Quijote. Me da igual que me digas que no estoy muy cuerda, y que pienses que estoy medio loca, pero para tres días que voy a estar viviendo yo no me pienso comer el coco, quizás a él le comeré la boca. Que si creéis que voy a cambiar mi forma de ser, de pensar y de querer por cuatro frases mal dichas que digáis sobre mí, estáis muy equivocados, sólo tengo un consejo, que antes de hablar de mí, habléis conmigo, que la historia siempre la escriben los que se creen vencedores

-"Lo peor no es que los que parecen tontos lo sean, sino que la mitad de los que no lo parecen también lo son"-

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